El sigue en la misma esquina día tras día. Sol, lluvia, frío, calor.Todo lo soporta, es su forma de sobrevivir, vendiendo cupones de la ONCE, pero ella todavía no se acerca a decirle quien es, si se acuerda de ella, y sobretodo hablar de como han sido sus vidas y de como hubieran sido si ese día, el último dia de curso él no tuvo valor de enseñarle el Boletín de Notas a ella, seguro que había suspendido muchas, pero lo que él no sabe es que a ella eso le daba igual y desde entonces ya no hablaron nunca mas.
Hace unos 37 años él y ella estudiaban en el mismo Centro. Las mesas estaban unidas y muy juntas unas a otras, él estaba en primera fila y ella justo detrás de él. Todos los días deseaban encontrarse, solo bromeaban, él casi no la miraba a la cara, llevaba gafas de sol, hasta que un día ella le preguntó porque siempre llevaba las gafas si en clase había suficiente luz. El con mucha vergüenza se subió ligeramente la gafas y ella pudo ver como tenia lo ojos muy juntos, era operable pero él vivía con su madre siendo muy precaria su economía.
Un día de los enamorados de no se que año, él solía acomañarla a casa, aunque se excusaba diciendo que también era su camino, nunca se supo la verdad. Cuando ya estaban llegando al portal donde ella vivía, y siendo Febrero ella llevaba puesta una trenca con capucha y no notó nada, por eso el al decirle adios le dijo que cuando llegara a casa mirara en la capucha que le había caído algo de un árbol. Ella se despidió como todos los días y al llegar a casa vio como en su capucha había una rosa con un tallo corto, ya que el la llevaba todo el rato guardada y estaba un poco mustia, pero para ella esa rosa pequeña, casi marchitada, significaba mucho mas que si le hubiera regalado un gran ramo de rosas. También hablaban de sus gustos musicales, y ambos coincidian en la canción de Roberto Carlos "La Distancia". Por supuesto ella se compró el singel y lo escuchaba a todas horas.
Pero aquel fatídico día de fin de curso se separaron sin despedirse, los dos por orgullo tu no vienes yo tampoco voy o.......... porque ese eran sus destinos.
Ella cuando pasa y lo sigue viendo.............. al final se da la vuelta y se va..........¿Se parará algún día?.
2 comentarios:
Hola Geli, no he entendido muy bien si la historia es verdadera o no, perdón pero ando espesilla, da igual de todos modos un beso y feliz verano
AFRICA04
Cuando somos demasiado jóvenes no nos paramos a pensar en la importancia de una palabra no dicha, un gesto no realizado, un abrazo que no se dió o un te quiero que se quedó colgado en suspenso.
Es ahora, con las experiencias que nos da la vida, cuando vemos la importancia de decir y hacer lo que realmente sentimos, porque sabemos que la vida nos cambia en cuestión de instantes. Se nos pone todo patas arriba en cuestión de milésimas de segundo. Por eso, hay que aprovechar cada segundo de felicidad que se nos da. Decirle a un amigo que lo quieres, a tu pareja que la amas, a tus hijos que son el centro de tu vida. Porque un día la vida te puede llevar por caminos que de ellos te separen y por lo menos, sabiéndolo, siempre tendrán un bello recuerdo de lo que algún día fue.
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