CALENTITA, NO, LO SIGUIENTE............

 

Ya en principio os diré que esta es mi vida y no puedo escribir de ninguna otra manera.

 

Ayer terminé de arreglar los papeles para la prorroga de los 426 €. que he estado cobrando la ayuda familiar, por supuesto te hacen ir un día, que si le falta otro papel........ total pierdes 3 días y encima ves la cara de toda la gente que está en mi misma o peor situación.

 

Cuando de pregunté como me comunicarian lo de cobrar los 426´- €, un poco mas y el hombre se ríe en mi cara, me dijo "señora los papeles que vd ha arreglado eran para justificar los 6 meses que ya ha cobrado, sino tendríamos que pedírsela como reintegro."

 

Mi cara no se de que color era, pero de idiota para adelante, "es que como su marido ahora trabaja", si pero no llega ni a los mil euros, y como pago yo mañana 250´- " del seguro de mi coche, 350- € de la hipoteca de mi casa, 50´. € del coche de 5ª mano que tuvimos que comprar, total 650´- €., que restándolo a los 900´- € resulta que nos queda la cantidad de 250´- €. Sin palabas.

 

No me extraña que haya gente que se ha suicidado, o robas y vas a la cárcel o lo otro, mejor no pensar en ninguna de las dos circunstancias.

CORAZON ROTO

Ya han pasado 6 meses o medio año, como queráis verlo.

La verdad es que tenia poca confianza en que esto fuera a bien o por  lo menos regular, pero amargamente os digo que la figura que he escogido del Google, es como tengo ahora mismo mi corazón, ajado.

A día de hoy solo os puedo decir que mi hijo, ese que adoraba tanto, que lo amaba, que me enorgullecía por ser mi hijo, ya no es él. No se quien tiene la culpa de su cambio, ni yo se la voy a echar a nadie, solo  puedo decir que ahora "no reconozco a mi hijo", no me habla.

Es tan grande el dolor que tengo, que avergonzada os diré que he tenido malos pensamientos, con tal de que me desapareciera este dolor. ¿Llorar? no se como tenemos el lagrimal tan lleno, porque yo siempre he dicho que de todo lo pasado, que no es poco, mientras no me tocasen lo que yo mas quería, lo sobrellevaría, pero esta vez no tengo ni armas ni ganas de luchar. La palabra "triste" se queda corta. Y ya no os digo como está mi marido. Lo siento.