JUANMA SOLO DICE "QUIERO VIVIR"

Hace escasamente un mes que me uní a la causa de "Juanma", este niño que me ha robado el corazón, y que gracias a May, con sus explicaciones de como hacer las Pulseras, empecé a confeccionarlas así como otros modelos que me inventé. No sabia si las vendería, primero empecé a entrar a los sitios donde me conocían, y la verdad es que todas las chicas se volcaron en comprar y empezaron los pedidos. Venia a mi casa muy contenta y así en los ratos que podía hacia mas pulseras.
Ayer me planté en la puerta del Instituto donde acude mi hijo, con la esperanza que me compraran todas las pulseras que llevaba, y con mi corcho lleno de pulseras, como estas personas que van por la playa vendiendo, aunque yo solo pretendía encontrar a gente con BONDAD, BUEN CORAZON Y UN POCO DE HUMANIDAD, pero fue la casualidad que se festejaba la jubilación de uno de los profesores.

Cuando llegué a la puerta no había casi nadie, estaban todos dentro, pero habían unos bancos de piedra y allí me senté a esperar, con mi botella de agua en mano, pues el sol calentaba y en cuanto alguien salía o entraba allí que me levantaba y les ponía el corcho delante con el cartel de “Juanma”.
He de decir que las que vendí al principio fue fácil, pues en esos sitios me conocían, pero ayer tenia “VERGÜENZA”, por qué no decirlo, hasta que llegó un antiguo profesor de mi hijo y comprándome una pulsera me dijo “tienes coraje para hacer esto”, y gracias a él mi vergüenza se transformó en valentía y ya solo me importaba vender, vender y vender.
Pero pronto esa alegría que llevaba se borró de mi cara, es más hasta llegué a llorar de impotencia y de rabia, vi la hipocresía, la poca humanidad y ceguera de la gente y no llegaba a entender como por solo 1 Euro que les pedía se negaban.
Llegaban profesoras muy arregladas para el evento y posterior comida. Pero claro ante mi presencia solo sabían decir “tengo prisa”, “no llevo nada”, en fin que allí estaba sentada, pero me esperé a que todo acabara, para ver si a la salida se les había ablandado un poco el corazón, pero nada.

¿Sabéis quien me compró?, pues una señora que iba en silla de ruedas, la mujer de la limpieza, una profesora que cojeaba, una niña de 12 años y compañeras de mi hijo. Y a ellos les estoy muy agradecidos, porque a pesar de las 2 horas que estuve esperando, al final me sacaron una sonrisa viniéndome a casa muy contenta y con algo de dinero.
Mi aportación se que es un grano de arena, con lo que podrían hacer gente que les sobra el dinero y no saben que hacer con el, por eso si alguno de ellos lee este blog les diría, que hicieran un donativo para poder alcanzar el sueño de estos padres, que están luchando hasta la saciedad y va pasando el tiempo sin poder alcanzar la cantidad que les falta, simplemente para poder dar a su hijo algo tan importante como es “LA VIDA”.

Y esto si no lo digo reviento, ¿Hay que tener dinero para poder salvar una vida?, pues si, que pena.

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