Esta vida está llena de vallas, y cada vez son mas altas, pero gracias a Dios, él siempre me tiende una mano para poder saltarlas.


domingo, 8 de noviembre de 2009

DESPUES DE LA TORMENTA SALE EL SOL


Este post efectivamente iba a continuación del anterior, o sea al día siguiente, pero has acertado de pleno Yolanda, algo me pasaba (ya me vas conociendo), ha sido un cúmulo de emociones, alegría, tristeza, problemas, con un final feliz, pero lleno de altibajos, así es mi vida y así la tengo que aceptar.

Prometí en uno de mis post ser positiva y lo he sido, pero es que esto es un sin vivir, ahora bien, ahora un susto, ahora confinada en el sofá, ¡Dios mío!, ¿como voy a perder la fe en ti, si siempre estas a mi lado?.

Todo empezó el martes 27 de Octubre por la mañana, llegamos pletoricas del hospital porque a mi hermana le dijo el radiólogo, que en vez de 30 sesiones de radioterapia solo le iban a dar 25, llevaba puestas 6 y las 5 que le quitó eran 11 que se quitó de un plumazo. Contentas era poco, salimos como si nos hubiera tocado un premio, un coche, un piso, yo que se, el caso es que éramos felices, y así lo manifestamos al llegar a casa, llamó a mi madre, hermana, amigas, en fin estaba muy contenta.

La Semana anterior me nombraron Presidenta de donde vivo, lleva un orden por escaleras y bungalows. En la reunión dije que no estaba en uno de mis mejores momentos para desempeñar ese cargo porque tenia a una persona enferma en casa, y pedí que por favor no me molestaran mucho, a lo que el Administrador dijo que si tenían cualquier problema que debían y tenían que llamarle a él, no a mi, ja, ja, y ja. Ingenua de mi le pregunté a la anterior Presidenta que si la habían molestado mucho, y me dijo que ni se había enterado de su cargo.

El mismo día de la grata noticia de mi hermana tuve 2 llamadas de un propietario de un bungalow, antes de comer fue la señora y por la tarde su esposo. Tenían ganas de guerra porque les molestaban unas obras que estaba
haciendo otra vecina de enfrente, así que con el fin de llegar a un acuerdo allí que me presenté a las 5 de la tarde. Si os cuento lo que pasó realmente ocuparía todo el espacio de mi blog, así que en breve os diré que después de 3 horas de idas y venidas de una casa a otra por fin se aclaró todo y fueron felices y comieron perdices. Luego me he enterado que los que se quejaban han faltado a su palabra, pero ese toro lo tendré que lidiar otro día. Os diré que ese día todavía no había firmado como Presidenta y que este sábado a las 4 de la tarde vino a mi casa otra vecina con un problema de una grieta, y yo muy amablemente, aunque por dentro estaba que me la comía, le dije que era sábado y que por favor el lunes llamara al Administrador. ¡Dios mío lo que me espera!.

Ese mismo día cuando llegué a casa, ya tarde, mi hermana me dijo que había llamado mi otra hermana, la que estaba embarazada. Que había ido a monitores y le habían dicho no se que de que estaba perdiendo el liquido amniótico, pero como no se explicaba bien, y yo ya venia calentita, llamé inmediatamente a mi hermana y me contó todo. Que tenia la cesárea programada para el jueves 5 de noviembre, porque había un poco de peligro, así que imaginaros como me puse, y ella estaba en un cumpleaños con su hijo el pequeño, cuando se supone que tenia que estar a reposo, le dije de todo y cuando colgué los nervios me comían. Empecé a decir que si porque no se lo hacían al día siguiente, que si le pasaba algo a la nena no se que le haría a la ginecóloga, luego cambiaba el chip y decía que bueno que si no se la hacían de inmediato era porque no corría peligro, en fin que mis neuronas no paraban de dar por saco y sacarme de mis casillas. ¿Cómo iba a escribir lo contenta que estaba? Si el día había sido de narices, por no decir de cojones, bueno pues ya lo he dicho.

El sábado 31 de Octubre madrugué para comprarle flores a mi padre, montones de flores, cuando jamás y digo jamás le he comprado una flor a mi madre para llevársela al cementerio, siempre decía que las flores eran para los vivos, pero supongo que todo tiene que tener una explicación, y con mi
padre todo lo que haga es poco. Estuve el sábado por la tarde en mi casa arreglando las flores mas de una hora, porque tiene dos búcaros pero son muy pequeños y mis flores tenían que entrar, así que me puse manos a la obra y al final conseguí, después de muchos pinchazos con las rosas, hacer los dos arreglos entre lagrima y lagrima claro.

El Domingo, día de Todos los Santos, también madrugué para i sola al cementerio, limpiar y poner mis flores, que me habían quedado preciosas. No había apenas nadie y cuando hube terminado me senté en un banco y empecé a hablar con mi padre, sé que él no está ahí, pero miraba al cielo y le decía todo lo que le echaba de menos, todo lo que había pasado, le pedía que se juntara con mi madre y me ayudaran a sobrellevar todo y por supuesto, ya que estaba sola lloré y lloré hasta que me dio la gana.

A la ida me dejó mi marido con el coche, pero a la vuelta me volví andando, así que claro, llegué medio muerta, me puse a descansar y sobre las 12 fuimos otra vez mi marido mi hijo y yo al cementerio pues iba mi otra hermana, mi madre y la familia. Mi hermana Mª Jesús no fue, no tenia ganas de que la gente le preguntara, estaba muy decaída y ella decía que mi padre lo entendería, pues claro que si. Esa segunda vez que fui me dediqué a estar con mi sobrino y que lloraran los demás, yo me refugie en mi niño que me tiene loquita.

El lunes 2 retomamos la radioterapia de todos los días y ¿cómo no? el 3 y el 4 confinada en el famoso sofá, sin apenas poder moverme, tenia que pagar los esfuerzos.

El jueves 5 saqué fuerzas de donde pude y llevé un día de ......... madrugué porque me tocaba peluquería, pero me hicieron una pasada y no me cogieron, mi marido tenia una entrevista de trabajo a las 12 h., llevé a mi hermana a la radioterapia, la vecina implicada en el tema “obras” me envió un mensaje que por favor le urgía verme, así que después de llegar del hospital me fui a su casa y al no encontrarse allí la llamé por el móvil, me contó lo que le había hecho el otro vecino, le dije mi situación y que ya hablaríamos, me tuve que lavar mi melena y medio secar, comimos temprano y nos fuimos a recoger a mi madre para ir al otro Hospital donde se encontraba la “preñada”. Eran las 3 de la tarde, mi cuñado estaba muy nervioso y yo ni os cuento, la mas relajada mi hermana, tumbada en la cama y los demás dando vueltas.

Cuando llegó la hora de llevársela al paritorio y una vez desapareció en el ascensor, bajé a la capilla, una vez mas le pedí a Dios que me siguiera dando fuerzas, bueno creo que se lo pedí a toda mi familia que ya no está, quería fuerza, ánimos y que todo saliera bien, por favor me lo merecía.

Subieron primero a mi “princesa”, preciosa (pasión de tía), lloramos de alegría, la miraba y me moría de ganas de cogerla pero no se podía todavía. Mª Jesús y yo nos fuimos a la puerta del ascensor a esperar a mi hermana, pues
tardó mucho en subir, me pegué tal plantón que casi me desmayo, pero habían arrimadas a la pared dos sillas de ruedas y yo que no me corto un pelo, si, efectivamente, me senté en una de ellas hasta que subieron a mi hermana. Dios que alivio al verla, otra vez a llorar todos de alegría. Estuvimos un rato y me volví a casa para prepararme para pasar la noche con ella y en una hora volví al hospital con mi bolsita preparada. La noche no os la cuento porque ya os la podéis imaginar, sin dormir, con mis dolores, pero sin quejarme, tomé en brazos a mi sobrina, me la comía toda, toda, la cambiaba de pañal, se la ponía al pecho a mi hermana, que la pobre no tenia na de na, pedimos refuerzo de biberones, en fin una noche apoteósica e interminable.

Cuando llegó el relevo se supone que me tenia que ir a casa a descansar, pues me tenia que volver a quedar otra vez por la noche. Mi hermana me decía que ella confiaba solo en mi, porque a pesar de haber pasado 17 años desde que tuve a mi hijo, tengo mucha soltura con los niños porque además me encantan, y como todos la cogian como si fuera a romperse, bueno los que se atrevieron, porque hubo quien se escaqueó porque tenia miedo a romperla, jajajajaja, en fin que me tocaba otra noche de juerga.

Salí del hospital pasadas las 10 de la mañana, recogimos a Mª Jesús, la llevé a su sesión de radioterapia, porque encima tocaba cita con la enfermera y siempre me lo explica a mi porque ella no se entera, yo con una cara desencajada de tanto trote allí estaba, subí a otra planta a dejar mis 3 botecitos de orina, porque me toca la revisión de mi cáncer, que espero que todo esté bien, porque sino creo que me voy a cortar las venas, nooooooooo, tranquilos, confío en que todo vaya bien. Cuando salimos tuvimos que buscar en varias tiendas pijamas para el bebé porque mi hermana es una despistada, en fin, que llegué a mi casa a la 1 del mediodía y me metí en la cama, después de que mi pobre marido me diera un masaje en la espalda con un aparato que tenemos que es una bendición, y caí rendida hasta las 5’30 de la tarde. Curé a mi hermana, le puse también la crema y me volví a preparar para irme al hospital y esa noche fue espantosa, mi hermana tenia mucho dolor, así que me tuve que ocupar de las dos, cosas de lo privado, mucho lujo, pero pocas atenciones.

Ayer me dediqué a descansar, dormir, bueno para no mentir puse una lavadora, que si la crema a mi hermana, en fin que estoy hecha una mierda y perdonar por la expresión pero es la pura realidad.

Y hoy domingo, por fin puedo escribir todo esto, por supuesto muy resumido (aunque no lo parezca), para que os hagáis una idea de los días que he pasado. Por un lado alegrías, por otro la visita a mi padre, mi hermana y sus sesiones y ¿yo?, nunca hay un “yo”, pero confío y espero en que alguna recompensa tendré, así que como dicen en mi pueblo, “YO PALANTE, COMO LOS DE ALICANTE”.

Y por supuesto tengo que dedicarles un poco de atención a mi incansable esposo y mi querido hijo, que los tengo abandonaditos.

Poco a poco intentaré ponerme al día en el bolo y en vuestros blogs. Os quiero a todos.

El titulo de la película “Geli y sus andanzas” jajajajajaja.